Toñito Gonzáles: la entrevista.
Sí, muchas gracias primo. Hace seis meses, el 20 de junio del año pasado, nació mi chibolo. Por suerte vino al mundo bien sanito.¿Y eres de cambiar al bebé?
Más o menos. Trato de ayudar en algo. Le quito los pañales cuando se orina, pero cuando se hace el dos, no tanto, ja, ja, ja. Ahí lo ve su mamá. Pero me gusta darle su mamadera y jugar con él, me encanta.¿Te deja dormir?
Los dos primeros meses no podía pegar los ojos. Iba con sueño a los entrenamientos, era bravo, pero por suerte, conforme fue creciendo, ya pude dormir mejor.¿Qué es lo más duro que te ha pasado con tu hijo?
Una vez se cayó de la cama cuando tenía tres meses. No nos dimos cuenta y el bebé resbaló y se fue al piso. Nos asustamos mucho, le sacamos placas y, por suerte, no le pasó nada. Eso sí, lloro un montón.¿Y qué nombre le has puesto?
Mayer Simao Gonzales Tabja. El primero es por agradecimiento a Mayer Candelo y el de Simao es por el portugués que juega en el Atlético de Madrid. Cuentan que no tiene ni tu pelo… Sí, es igualito a su madre. Dicen que los hijos hombres siempre se parecen a la mamá. Por eso todos me ‘baten’.¿Quién va a ser el padrino?
Mayer Candelo. Hablé con él a fines del año pasado y me aceptó. Es más, ya para Navidad le dejó su regalo al ahijado. En febrero lo bautizo y la madrina será mi hermana.
¿Te ha cambiado la vida el hecho de ser padre?
No sabes cuanto. Ahora me siento más maduro, medito más las cosas y tengo por quién luchar en la vida. Me siento más responsable. Quiero verlo crecer feliz y darle todo lo que quizás yo no pude disfrutar de niño.
¿Carro o casa?
Lo primero es mi casa, la ‘caña’ vendrá después, pero quiero asegurar el techo de los míos. Para mí eso es lo más importante.
Por ellos y tu criatura ya no metes tanta ‘taba’ y ahora a ti te golpean.
Creo que son cosas del partido. Ahora me toca recibir y varios se fueron expulsados en el Clausura porque me entraron con fuerza. Ni yo era un maleado cuando me sacaban la roja, ni ellos lo son porque los expulsan.
Alguno te habrá entrado con mala intención por tus ‘pecados’ pasados.
No lo creo. En la cancha pasa de todo, pero al final termina allí. Al menos yo no soy rencoroso. Imagínate si fuera así, por las cosas complicadas que me tocaron vivir, sería un amargado.
¿Fue difícil tu infancia?
Recontra dura. No fue nada fácil, pero gracias a mi abuela Gemma, quien trabajaba en una casa, tuve lo básico para sobrevivir en medio de todo.
¿Te criaste con tu abuela?
Sí. Ella me vio desde que tenía días de nacido.
Perdona, ‘causita, ¿pero qué pasó con tu viejita?
Falleció a las tres semanas que me dio la vida. Pero por suerte mi abuela se encargó de mí, aunque después el destino nuevamente me jugó mal, porque recién había cumplido 12 años y perdí a mi abuelita. Con sólo recordarlo me dan ganas de llorar, ‘barrio’.
A ver, cuéntame de esa viejita linda…
Ella trabajaba como empleada del hogar, lavaba ropa y así, con sus fuerzas, me sacó adelante. Ella me llevaba a los entrenamientos y siempre me apoyó en todo, pero como te digo, un día Dios decidió que tenía que juntarse en el cielo con mi mamá y nunca más la vi.
Y siendo tan chibolo, ¿quién se encargó de ti?
El dirigente Jaime La Torre me llevó a vivir a su casa. Cómo yo jugaba en la ‘U’, se entero de lo que me pasó y me tendió la mano.
¿Así, sin interés de por medio?
Para nada, lo que ocurre es que yo jugaba con su hijo que tiene su mismo nombre y que el año pasado estuvo en Municipal. Fueron varios años que la pasé ahí, como uno más de la familia. También me ayudó el dirigente Otto Carrasco, quien me llevó a su casa por varias semanas. A ellos les debo mucho y estaré eternamente agradecido. Son gente que nunca olvidaré, esté donde esté.
No te me pongas tristón, mejor dime si ya fuiste con el bebé a saludar a tu madrecita…
Sí, me fui al cementerio El Ángel a ver a mi mamá Beatriz. Le llevé flores y le presenté a su nieto. Yo sé que ella, desde arriba, está feliz porque su hijo ahora piensa mejor las cosas. Ella sabe que fui muy alocado por surgir en el fútbol, pero esas cosas ya pasaron y quiero que mi abuelita y ella estén orgullosas de su hijo.
Ella está contigo, pídele lo que quieras que te lo dará, las ‘viejitas’ nunca nos abandonan…
Lo que dices es verdad, siempre converso con ella. Le cuento cada cosa que me pasa, le lagrimeó cuando tengo algunos problemas y a veces no me aguanto y le digo: ‘cuánto daría por haberla conocido’… pero ya está, las cosas son así y hay que tirar para adelante, compadre.
Gracias por contarnos tu increíble historia…
Gracias a ustedes, sin querer me arrancaron unas lágrimas. ¿Se dieron cuenta que mis ojos se nublaron cuando hablaba de mis mamás?
Una agradecimiento a José Lara, persona que realizo dicha entrevista la cual estamos difundiendo a toda la comunidad crema.