SENTIMIENTO CREMA

«más qUe Una pasión Un sentimiento»

Feliz cUmpleaños Lolo Fernandez

El martes 20 de mayo de 1913 rompía la silenciosa ansiedad el fuerte grito de una criatura.

-¡Es hombrecito! – le comunicaron al padre.

Este si se llamará Teodoro – aseguró don Tomás.

Había nacido Teodoro Fernández Meizán

El cañonero de Hualcará volvió a nacer 20.05.10

Debo empezar pidiendo unas sinceras disculpas a mi amigo y compañero Carlos Tassara. No solo invado sus dominios efeméricos (chequeen su blog Efemérides), sino que me atrevo a escribir sobre el principal ícono de su mayor pasión, la ‘‘. Aún no estoy seguro de que me perdone, aunque no me quedan dudas de que Lolo Fernández sí lo haría. Más hoy en su cumpleaños. Pero sobre todo porque no me atrevo a ahomenajerlo con un ordinario japiverdei tuyú. El viejo cañonero, a sus 97 años, se merece mucho más: una vieja polka para jaranear como en su querida hacienda Hualcará allá en Cañete y de yapa un rock tan estridente como sus fragorosos cañonazos de antaño.

Es difícil comprender cómo se puede idolatrar a alguien al que jamás se ha visto. Celebrar su cumpleaños como si se tratata de un tío lejano, el abuelo o un hermano menor. Mencionarlo como si aún estuviera vivo. No es tan sencillo. Hasta que se entiende que esa persona sintetiza la idiosincrasia de un pueblo, de una pasión.

Lolo no es solo un cañonazo destrozando un árbol a su paso, 156 goles en una vida o un cheque en blanco tirado al tacho de la basura. Lolo es la obstinación del que jamás se da por vencido, la esperanza que nunca se hipoteca, la capacidad de luchar hasta ese último segundo incierto. En Lolo se resume todo lo que aveces no cabe en una sola letra.

No sabía mucho de su vida, hasta hoy. Y por eso ahora comprendo esa profunda admiración de Lorenzo Sotomayor, compositor de esa inmortal polka dedicada al eterno cañonero. En su juventud, Sotomayor se tuvo que comer la banca de suplentes por culpa de Teodoro Fernández Meyzán. Después de mucho esperar, entendió que la guitarra era lo suyo, y lo de Lolo, volverse una leyenda.

Con los años, siempre todo lo pasado, termina siendo mejor. Exagerar se vuelve el pasatiempo predilecto de los viejos, que cuentan que el presente solo es un remedo del pasado. Y aunque podría pensarse que Lolo está incluido en esta visión, la historia, al contrario, se encarga de humanizarlo, de demostrar que su leyenda no fue una construcción antojadiza. «Lolo Fernández eres un modelo de futbolista / por tu gran juego te has hecho ídolo popular», ya se escuchaba decir de él, en esa pegajosa polka.

El legado de Fernández sigue intacto. A los que lo topan por primera vez puede parecerles un rostro pintado en un trapo, un símbolo tribunero o quizá un viejo estadio. Su vida entera, sin embargo, es un ejemplo de perseverancia. Lo canta, a todo rock, ese grupo de hinchas que se juntaron para producir el disco Atado a un sentimiento, bajo la batuta de Raúl ‘Montaña’: «Cómo amar a un hombre que nosotros no vimos jugar / creo que porque el pasado no fue mejor, el perduró».

En su cumpleaños 97, a Lolo me lo imagino sentado en el estadio Monumental. Atento a ese coro cuasi gregoriano que surge desde norte, como una ola invisible. Es la Trinchera, cantándole Olé, olé, olé, olé…Lolo… Lolo… Y, él, desde su banca de occidente, vestido con un pantalón sencillo y una guayabera blanca, levanta una mano para hacer un gesto. No se distingue muy bien. Nó sé bien si es un adiós. No sé bien si un hola.

Fotos de la Romería a Lolo Fernández

May 17, 2010 - Posted by | Descentralizado 2010, Uncategorized | , , ,

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